domingo, 29 de mayo de 2011

Recorriendo la infancia

















Hoy después de mucho tiempo he vuelto al hermoso pueblo de San Félix. Fue impresionante ver lo mucho que ha cambiado. A la entrada del pueblo, vi lo que otrora fuera el sitio obligado de parada de los viajeros, propiedad de mi tio Abraham Castrellón y en donde pasé gran parte de mi niñez: "El Restaurante El Cruce".
Realmente me causó mucha tristeza, porque no es lo que era en aquel tiempo. Al lado del negocio familiar, aprecié un inmenso centro comercial, muy próspero que ahora se ha convertido en el sitio de aparcamiento de los viajeros.  Continue mi marcha hacia el pueblo y encuentro a unos 100 metros, el sitio más temido por mi, cuando era niña:  La Ensillada.  Muchos cuentos terroríficos escuche en mi niñez, por lo que al pasar por alli, lo hacia a balazo, ya fuera en bicicleta o a pie, por si acaso.  Hoy es una semiplanicie, rodeada de casas al frente, lejos quedaron los cuentos del chivato, la tulivieja y otros.

Un poco más adelante está el Hospital de San Félix, grande, se ve hermoso por fuera, no tuve tiempo para verlo detenidamente, pero me agradó.  Al frente del mismo se encuentra una clínica, locales de venta de materiales de construcción, supermercados y una pequeña urbanización a la izquierda con casas muy bonitas, creo que en una de ella vive Julia.  Luego llegamos a la casa de la Familia,  Cerca de mi casa, está un lavaauto, sitio que aproveche para que me lavaran el auto, que lo hicieron muy bien,  Gracias.

Luego de saludar a mi familia, fuimos mi madre y yo al cementerio, Muchas flores y las tumbas arregladas a pesar de que la lluvia está haciendo crecer el herbazal rápidamente.  Visitamos las tumbas de los familiares fallecidos, mamasita, tio Abraham, Tio Toribio, Tio Diego, Tia Pola, Rica, Beto, en fin casi a todos los que alli se encuentran descansando.

Saliendo de allí observamos el parque realmente hermoso, así como la iglesia, que hace poco fue consagrada, seguimos vimos la tienda de los Ali, llamada Tienda Chilule, el parque del frente, el Gimnasio del pueblo, lugar donde se hacian en mi niñez, los eventos culturales, reinados, alli vi coronar a Marta Leyda, una de las mujeres más hermosas que habían visto mis ojos de niña para entonces, tanto que quería ser asi como ella.  La casa de Miriam Ali, muy hermosa, continué y vi mi escuela.  hoy convertida en un colegio completo. Que dicha haber estudiado alli.

Otra de las cosas que vi dentro del pueblo y que me agradó fue la presencia de los padres Jesuítas que administran un centro realmente bello y que sirve de albergue, museo, ayudas y demás a los parroquianos.

Pasamos por la calle de El Silencio,donde mi madre tenía su casa.  Un calor fuerte sentimos en nuestro día de recorrido de nuestra infancia, no se realmente si era el calor de la temperatura, o era el calor de volver al sitio donde pasamos grandes y hermosos momentos de nuestra infancia, junto a mis hermanos, mis padres, mi mamasita y muchos amigos, como Miriam Ali, Rodolfo Alí, Julio, Eva Montilla, Xenia, Beto, Rica, Humber, Noemi, y tantos otros que juntos paseabamos en bicicleta, o ibamos al Rasca, o a Roñar Marañones o a Cazar pájaros, o bien a jugar copazos de pepita o hacer reinados de muñecas.  Lejos quedaron esos tiempos, pero la memoria es poderosa y basta cerrar los ojos para trasladarnos a esos momentos en que no teniamos miedo a nada, donde no habíamos experimentado dolores, duelos, sinsabores.

Ojalá pudieramos conjugar la inocencia de ese niño que eramos, con la capacidad de lucha y de avance, que tenemos hoy de adultos.  Realmente seríamos mejores seres humanos.  Recordemos que la palabra dice:  Quien no tenga la inocencia de un niño no entrara al reino de los cielos. 












Bien en fin.  Fue un excelente día en mi pueblo.  Lástima que me tuve que ir, pero volveré.

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